La represión de cada miércoles en el Congreso: palos y gases contra jubilados y organizaciones religiosas
- Publicado el 15/05/2025
Cada miércoles las calles que rodean al Congreso son el punto de encuentro para los reclamos de las y los jubilados. Frente al poder legislativo, piden de manera pácifica una solución. Quieren nada menos que jubilaciones dignas. Desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosa la respuesta es la misma: reprimirlos una y otra vez en cada una de sus protestas. Esta vez, los gases y los palos de parte de la Policía fueron para los jubilados y también para las organizaciones religiosas que integran la Mesa Ecuménica por la Democracia, la Vida y el Bien Común que se sumaron la manifestación.
El miércoles pasado, el padre Paco Olveira, de los Curas en Opción por los Pobres, había sido golpeado y momentáneamente detenido. Esta vez, también fue blanco de la represión del operativo a cargo de Patricia Bullrich. Paco terminó tirado en la calle, con la cara contra el cemento después de que le pegaran un palazo. «Ya se están pasando. Están tirando a los ojos con maldad», dijo después de la agresión que también alcanzó a otros integrantes de su organización.
A los jubilados, solo palos
La represión se desató cuando los efectivos policiales quisieron evitar que los manifestantes interrumpieran el tránsito en la Avenida Rivadavia, tal como pide el protocolo antipiquetes diseñado por Bullrich y companía. Allí se vivió el momento de mayor tensión y la Policía atacó tanto los manifestantes como a distintos trabajadores de prensa que estaban cubriendo la marcha.
Nico Caropresi, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, también fue otra de las personas gaseadas por la Policía. «Está herido pero fuera de peligro», contó Juan Grabois en sus redes sociales y además agregó que lo atendieron en el Instituto Patria.
Fuente Tiempo Argentino