La inflación núcleo anticipa que el gobierno aún está lejos de domar los precios
- Publicado el 19/05/2025
El 2,8% de inflación de abril oficializado por el Indec dejó lecturas para todos los gustos. El gobierno, por supuesto, se vanaglorió de la baja de casi un punto con relación al mes anterior (en marzo había dado 3,7%). “La inflación interanual fue la menor en cuatro años”, celebró el ministro de Economía, Luis Caputo, en referencia al 47,3% de variación del índice de precios al consumidor (IPC) en comparación con el mismo mes de 2024.
Sin embargo, en los pliegues de esos números se advierten varios elementos que no pueden ser escindidos al analizar lo que puede suceder en los próximos meses. Por ejemplo, la inflación núcleo, que se concentra en la medición de todos los bienes y servicios que no están sometidos a variaciones estacionales ni a la regulación estatal, ya sea directa o por vía de elevados impuestos.
Por sus propias características (abarca a casi el 70% del universo de precios relevados por el Indec), la medición núcleo es considerada un predictor de lo que puede suceder a corto plazo, ya que permite detectar el grado de inercia inflacionaria. Y esa categoría dio 3,2% en abril. En los últimos ocho meses muestra una llamativa meseta en torno al 3% mensual, con oscilaciones en el rango de entre 2,4% y 3,3 por ciento.
“Buena parte de la baja de la inflación se explica por el freno de los precios regulados. Si miramos la inflación núcleo, dio exactamente igual que el mes pasado, ubicándose en un nivel similar al de siete meses atrás”, marcó el economista Juan Manuel Telechea en sus redes sociales.
En esa línea se enmarcan algunas decisiones del gobierno, que prefirió “pisar” aumentos de tarifas para asegurarse que tiren hacia abajo el IPC. Al mismo tiempo, interfirió en las paritarias del sector privado para que no superen el nivel de inflación previsto. También intervino en los mercados de futuros del dólar, para avisar a los mercados que en los próximos meses la divisa seguirá lejos de los $ 1400, techo de la banda cambiaria prefijada.
¿Liberación o control?
Se trata de las famosas “anclas” anti inflacionarias, que exceden en mucho el corsé monetario que, en la visión del presidente Javier Milei, es el factor excluyente de la variación de precios. Y que se parecen poco a la liberación total de los mercados que pregona en su ideario anarco-capitalista.
“A contramano de las declaraciones oficiales que sostienen razones monetarias como causal inflacionaria, el gobierno profundizó las anclas vinculadas a los costos/demanda: los regulados (tarifas/naftas/medicamentos), que se movieron por debajo del promedio, y la caída/no recuperación del salario”, analizó Hernán Letcher, director del CEPA (Centro de Economía Política Argentina). “Le agregó a esto controles a través de presión a supermercados (los instó a que no reciban listas con aumentos ad referéndum de no homologar la paritaria de comercio), además de ‘llamados’ a empresas para que no suban precios (a una automotriz le reclamó públicamente). Esto le permitió un dato más moderado de inflación, aunque, desde nuestra óptica, no lo suficiente dadas las políticas mencionadas y los resultados provocados (por ejemplo, caída del salario)”, insistió.
Por su parte, Suramericana Visión, la consultora del exministro de Economía Martín Guzmán estimó que “la inflación mensual se desaceleró, pero el tránsito hacia una tasa inferior al 2% probablemente se demore al menos hasta julio próximo. Dada la dificultad para reducir la inflación en el sector de servicios, el gobierno comenzó a intervenir más activamente en las negociaciones sectoriales, apuntando a contener los incrementos paritarios de los trabajadores sindicalizados, como se observó en la homologación del acuerdo comercial del sector Comercio”.
En el Palacio de Hacienda hacen caso omiso a las críticas y se ilusionan con algunos pronósticos privados que auguran una mayor desaceleración en mayo. La consultora Equilibra estimó un 2% para todo el mes. Para ello se basa en que se observó una deflación de 0,2% en la segunda semana de mayo, «marcada por el hot sale (que impactó en rubros como ropa, electrónicos, seguros, muebles hoteles y seguros, entre otros)». Es decir, la caída se sustenta en un festival de ofertas con que las empresas intentan paliar la fuerte reducción que experimentaron en sus ventas en los últimos tiempos. El curso de los hechos dirá si esa desaceleración es genuina.
Fuente Tiempo Argentino