Lo dejaron solo: Milei se bajó del acto por el Día de la Independencia en Tucumán

Enojado porque los gobernadores le dieron la espalda y lo iban a dejar solo frente a la Casa Histórica, el presidente Javier Milei canceló su viaje a Tucumán para participar del acto por el Día de la Independencia. Con una pequeña ayudita de las fuerzas del cielo, el Presidente dijo que la niebla que invadió este martes la Ciudad de Buenos Aires fue el motivo que le impidió volar. Sin embargo, hubo vuelos comerciales hacia esa provincia durante la tarde lo que echa por tierra ese argumento. Lo cierto es que, más allá de las condiciones climáticas, Milei masculló bronca toda la jornada por el rechazo contra su gobierno que viene subiendo desde las fuerzas de la tierra.

La foto en Tucumán iba a ser radicalmente opuesta a la del año pasado, cuando 18 mandatarios provinciales posaron junto a él y hasta le firmaron el Pacto de Mayo en el que anunciaba que haría una reforma laboral, previsional, y recortes para las propias provincias. Cansados de la "motosierra profunda", sin embargo, los gobernadores comienzan a mostrar los dientes y este jueves quieren avanzar en el Congreso con proyectos de ley para arrancarle al gobierno nacional, por las malas, los recursos que les corresponden y que el mandatario les niega desde que asumió la gestión.

En el itinerario original, el Presidente iba a salir cerca de las 22 horas desde Aeroparque para llegar a la vigilia que todos los años se hace en las puertas de la Casa Histórica de Tucumán. Él iba a dar un discurso, pero molesto porque los gobernadores habían rechazado su invitación, cerca del mediodía --y cuando la niebla de la mañana ya se comenzaba a disipar-- anticipó a sus colaboradores más cercanos que iba a viajar, pero, ofuscado, les aclaró: "No quiero hablar". Cuando empezó a caer la noche, la niebla volvió a caer espesa sobre la Ciudad de Buenos Aires y, como si fuera un manto, tapó todos los edificios del microcentro. Milei, que cree en los milagros y en las fuerzas del más allá, sonrió satisfecho: tenía la excusa perfecta para evitar el papelón y, de paso, no ir a la fiesta patria.

Cerca de las seis de la tarde, el vocero presidencial Manuel Adorni fue el encargado de escribir el mensaje en las redes sociales para justificar el faltazo: "El viaje que iba a realizar el Presidente de la Nación junto a su gabinete y demás funcionarios del gobierno a Tucumán en el día de hoy queda suspendido. La razón de la decisión radica en los informes recibidos por Casa Militar y la Fuerza Aérea Argentina que refieren a la situación climática que impide realizar los vuelos pertinentes", publicó. Sin embargo, se registraron vuelos comerciales de distintas líneas aéreas a esa provincia en esa franja horaria: uno a las 18.15 y el otro de 18.55. Con lo que la excusa de la niebla se cae.

Los mandatarios provinciales, desde el día anterior, ya habían anticipado que no asistirían. Los únicos que iban a estar eran, curiosamente, dos peronistas: el dueño de casa, Osvaldo Jaldo, y el de Catamarca, Raúl Jalil. Jaldo, que hasta al comienzo de la gestión libertaria conformó un bloque propio en la Cámara de Diputados, separado del de Unión por la Patria para poder votar a favor de Milei en la Ley Bases, también está enojado. En la previa del acto dijo a los medios locales que, por más que su provincia tiene “un espíritu colaborativo con el gobierno”, esa colaboración no es recíproca porque "no hay un ida y vuelta”, y cuestionó que la supuesta "reactivación económica", no llega al bolsillo de la gente.

En Tucumán ocurre lo mismo que en otras provincias: la Libertad Avanza está queriendo pintar de violeta la provincia y eso, sumado al recorte de fondos que vienen sufriendo los distritos desde hace más de un año y medio, hace que los gobernadores estén enfurecidos. En la provincia que gobierna Jaldo, la Casa Rosada quiere instalar como candidato la figura de Lisandro Catalán, el secretario de Interior que trabaja como segundo del jefe de Gabinete Guillermo Francos. Por ende, no van a acordar con él o buscar ir en una lista conjunta. Esa estrategia que lleva adelante Karina Milei junto a Martín y Lule Menem para tener cada vez más legisladores propios en todas las provincias, genera un clima de extrema tensión con los gobernadores y, por eso, muchos de ellos están al borde de la ruptura con la Casa Rosada.

Más allá de las amenazas, por ahora los mandatarios provinciales no terminan de romper el vínculo con Milei. En el Congreso, por ejemplo, podrían avanzar para voltear el DNU 70/2023 y no lo hacen. Habrá que ver qué ocurre este jueves, cuando desde los bloques opositores busquen tener los dos tercios necesarios para tratar sobre tablas en el Senado de la Nación los proyectos que modifican la forma de repartir los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional y el impuesto al combustible.

El presidente del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, ayer adelantó que había conversado con la vicepresidenta Victoria Villarruel y que, después de la reunión de labor parlamentaria que se llevó adelante el martes a las 17, el jueves habrá sesión. "Tenemos 3 temas a tratar con despacho de comisión, que son los previsionales y el de discapacidad, y además la insistencia por el tema Bahía Blanca que el presidente Milei vetó", aseguró el formoseño en diálogo radial. Y añadió: "Además, está el tema YPF rechazando lo de la jueza Preska, y dos temas propuestos por los gobernadores, que requieren dos tercios de los votos para habilitarlos, ATN y combustibles líquidos".

Victoria Villarruel es otra de las enojadas con el mandatario. Ella, por supuesto, no fue invitada por Presidencia para participar del acto en Tucumán. Ya no la invitan a ningún evento formal ni informal de gobierno. Sin embargo, en sus planes está viajar igual para estar el 9 de julio en la Casa Histórica. Habrá que ver si la niebla a ella sí se lo permite. Desde algunos sectores del gobierno miran el escenario con gran preocupación y disparan sin eufemismos: "El riesgo que corremos en este momento es que se empiecen a juntar todos los que ya están hinchados las bolas".

Fuente P12