¿El fin de las facturas? Dicen que la docena debería valer $25.000 para ser rentable
- Publicado el 12/07/2025
Los fuertes costos de producción y la falta de repunte en el consumo, que ya llevó a muchas panaderías bonaerenses a vender facturas del día anterior a mitad de precio, ahora la duda pasa por la continuidad de este producto que acompaña desayunos y meriendas de los argentinos.
“Con los precios actuales de las materias primas, una docena de facturas debería venderse entre los $18.000 y $25.000“, señaló Martín Pinto, referente de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN) y presidente del Centro de Panaderos de Merlo. “El costo de producción nos superó ampliamente. Ya no podemos seguir absorbiendo todo lo que viene aumentando”, agregó.
En ese sentido, dijo que para afrontar los costos, el valor de la docena debería aumentar de los $8000 actuales a una cifra en torno a los $25000, algo que la mayoría de los consumidores no estarían dispuestos a pagar. Y adelantó que desde el lunes regirá un nuevo valor de $12.000. “La verdad que así no se soluciona el problema, porque tenemos que seguir aumentando. Si no vendemos a $8000 pesos, menos voy a vender a $12000. La solución no es aumentar”, dijo Pinto al canal LN+.
Cabe recordar que el último dato disponible de la inflación es el de mayo, con un 1,5%, el registro más bajo desde abril de 2020. La variación interanual fue del 43,5% y hasta el momento el total acumulado en lo que va de 2025 es del 13,3%. Sin embargo, el referente panaderil denunció que por cuarta semana consecutiva subió el precio de la grasa y la margarina, elementos indispensables para la elaboración de las facturas. “Ya suman un 20% de aumento”, precisó.
“Hablan de un 2% de inflación pero a mí las cosas me aumentan entre un 6 y 8% y hasta un 12%. ¿Cómo hago yo si ya vengo retrasado con los aumentos que no los puedo llevar a cabo porque no hay ventas?”, manifestó.
Desde el CIPAN, que vienen denuncian el cierre de 1400 locales por la caída del consumo desde la llegada al Gobierno de Javier Milei, agregan que cada vez más hogares eliminan o reducen de sus hábitos algunos alimentos que llegaron a convertirse en algo común dentro de sus comidas típicas.
En esa línea, Pinto contó que las ventas de pan en su local cayeron un 50% y las de las masas dulces, tortas, y sándwiches de miga en un 75%. “Eso se hace todo por pedido. Hoy la gente viene y te compra por unidad. La gente compra lo que puede y no lo que quiere”, resaltó. (DIB)