La motosierra de Milei a la educación: la desinversión respecto al 2023 cayó un 48%
- Publicado el 20/08/2025
Las escuelas y universidades sufren todos los días las consecuencias de la motosierra de Javier Milei. A su gestión no le bastó con acusar a las instituciones educativas de ser usinas de “adoctrinamiento” ni con poner en duda la obligatoriedad escolar. Tampoco alcanzó con la degradación del ex Ministerio de Educación a Secretaría ni con prorrogar dos veces el presupuesto nacional. La partida educativa vigente este año representa una caída del 48 por ciento en términos reales con respecto a 2023.
El Estado nacional destina a la función educativa casi la mitad de los fondos que invertía hace una década. La cifra se desprende de un informe elaborado por Imaginar y Transformar (IyT), espacio de discusión programática que organizó en marzo el Congreso Educativo Nacional donde participó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El trabajo presenta un análisis del último año y medio de abandono y desinversión educativa. Los casos extremos los constituyen los salarios docentes, el ajuste desatado sobre el sistema universitario y otras áreas como las Becas Progresar, la formación docente, la Educación Técnico Profesional, los recursos digitales y la infraestructura escolar.
“Las evidencias permiten reconocer el virtual abandono del Estado en su función de conducir las políticas educativas en el orden nacional, apenas disimulado por un Plan de Alfabetización vacío de acciones sustantivas”, plantean los autores de la publicación.
El sistema universitario y científico: el blanco de la ultraderecha
El 78 por ciento de los 2,7 millones de estudiantes del nivel superior elige las universidades públicas, las cuales representan dos tercios de la inversión educativa nacional. Lo que para muchos es un orgullo y una promesa de futuro, para el oficialismo es un enemigo a combatir. El ajuste en el presupuesto ejecutado durante el primer semestre de este año fue del 33% en comparación con el mismo período de 2023.
El reciente aumento salarial docente de 7,5 por ciento hasta noviembre que comunicó el Ministerio de Capital Humano no revierte el escenario, y está lejos de los 44 puntos porcentuales que perdieron desde diciembre de 2023.
“Lamentamos que, una vez más, el Gobierno nacional opte por sumar confusión con información tergiversada y parcial, sin ofrecer ninguna solución real al problema que las universidades públicas del país atravesamos”, expresaron rectores y rectoras nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
El sistema científico y tecnológico enfrenta una pérdida presupuestaria equivalente al 44 por ciento en comparación con los primeros seis meses del 2023. La reducción se explica, en gran medida, por los recortes que recayeron sobre cuatro organismos centrales: CONICET (-35 por ciento), INTA (-41 por ciento), CNEA (-43 por ciento) e INTI (-39 por ciento). Los ajustes comprometen el financiamiento de becas, proyectos tecnológicos estratégicos y de investigación.
El desprecio por el eslabón más sofisticado de la ciencia y la tecnología tiene su correlato en la educación técnica, donde se forman 1,4 millones de estudiantes del nivel secundario, terciario y de formación profesional. El Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional está en uno de sus mínimos históricos desde su creación en 2005. El presupuesto de esta modalidad cayó un 76 por ciento en estos 18 meses y programas de nuevas tecnologías y articulación con el sistema productivo no tienen recursos asignados.
A donde vamos no hay becas, ni compus, ni edificios
El Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos (Progresar) es la principal política nacional de becas educativas. Desde su creación en 2014 atravesó distintas gestiones hasta convertirse en ley en 2023. Está dirigido a jóvenes de 16 a 30 años que viven en hogares de bajos ingresos y cursan estudios secundarios, superiores o de formación profesional.
En 2015, la beca llegó a representar el 25 por ciento de la Canasta Básica Total para un adulto. Hoy, sus destinatarios perciben entre 28 mil y 35 mil pesos, lo que equivale a casi la cuarta parte de su valor real en los inicios del programa y un 39 por ciento de pérdida de poder adquisitivo en lo que va de la administración libertaria.
Pero eso no es todo. Si en el último año de la gestión de Alberto Fernández el Progresar alcanzó a 1,8 millones de destinatarios, en 2024, La Libertad Avanza redujo en casi medio millón la cantidad de becarios. Y al finalizar este año, serán un millón los jóvenes que habrán dejado de recibir este apoyo. A su vez, la inversión en otras becas socioeducativas y de posgrado se redujo a la cuarta parte de lo invertido en 2023: de 618 a 156 mil millones de pesos.
A este cuadro se suma que, en sintonía con la decisión del gobierno nacional de frenar todas las obras en ejecución y desfinanciar la obra pública: el presupuesto destinado a la construcción o el mejoramiento de edificios escolares tuvo un recorte del 89%. Y la inversión en jardines de infantes es la quinta parte de la realizada en 2023. Los jardines son uno de los elementos de infraestructura escolar más paradigmáticos, porque fueron la excusa del macrismo para dar de baja Fútbol para Todos. Hoy no hay ni jardines ni fútbol ni escuelas.
El equipamiento tecnológico también brilla por su ausencia. El Conectar Igualdad fue una política de inclusión digital pionera en la región que dotó de computadoras a los estudiantes secundarios de todas las escuelas públicas del país. Mientras que en 2023 se repartieron 415 mil dispositivos, en los años siguientes no se entregó ninguno. La definición se da en un contexto donde 4 de cada 10 hogares argentinos no tiene acceso a una computadora.
“Va a ser muy dificultoso para todos esos jóvenes transitar un presente y un futuro superador. Detrás de los números hay un sistema educativo que requiere de un Estado Nacional que en algunos casos acompañe a las provincias, en otros que promueva políticas, pero bajo ninguna circunstancia que se retire«, analiza en diálogo con Tiempo la legisladora porteña Maru Bielli, una de las impulsoras de Imaginar y Transformar.
Y acota: «Es tanto lo que le falta a la educación en nuestro país que lo cruento del derrumbe brutal de todas líneas presupuestarias hace pensar que su recuperación va a ser cada vez más difícil y que esto afecta a generaciones de niños y jóvenes, incluso más a quienes viven en las provincias con peores condiciones”.
Educación, trabajo y formación docente
El primer verano mileista concluyó con la eliminación del FONID, lo que profundizó el derrumbe salarial docente ocasionado por la crisis económica. Los ingresos de maestras y profesores están en un piso histórico, incluso peor que hace 20 años, antes de la sanción de la Ley Nacional de Financiamiento Educativo.
El FONID, instituido en 1998 como respuesta a la histórica manifestación de la Carpa Blanca, era un aporte del Estado nacional para mejorar los salarios docentes de todo el suelo argentino. Alcanzaba a casi 1,2 millones de trabajadores de distintos niveles educativos y representaba una proporción mayor en aquellas provincias con menor capacidad económica.
Según la jurisdicción y el año, podía equivaler entre el 5 y el 15 por ciento del salario bruto. Tanto su eliminación como la desactivación del Fondo Nacional de Compensación Salarial no hace más que profundizar desigualdades territoriales.
“El gobierno de Milei se escuda en un falso federalismo para señalar la exclusiva responsabilidad de las provincias en las cuestiones salariales docentes rompiendo un consenso que tenía un cuarto de siglo en nuestro país”, sostienen desde IyT.
Y amplían: “Esta deserción, sumada a la recesión económica que sus políticas han inducido y a la retracción fiscal de los recursos que reciben las provincias, redunda en un retroceso en los ingresos laborales que, no sólo ha deteriorado las condiciones de enseñanza, sino que también está potenciando el abandono del sistema educativo por un sector creciente de la docencia”.
El futuro ‘libertario’ no promete ni buenos salarios ni capacitación para los encargados de educar a las nuevas generaciones. El presupuesto vigente para la formación docente ronda los 10 mil millones de pesos, lo que equivale al 0,2% del total de la Secretaría de Educación, una participación cinco veces menor a la que esta partida tuvo en promedio durante la última década. Además, la formación docente perdió casi el 68 por ciento de sus recursos en términos reales.
Pan y circo
El Plan Nacional de Alfabetización fue uno de los pocos anuncios educativos del oficialismo. Su objetivo, según afirmaron, es mejorar el aprendizaje de la lectura y la escritura en los primeros años de la Educación Básica. Sin embargo, más que una política nacional, se trata de 24 planes jurisdiccionales con diversos grados de implementación. A su vez, su principal actividad presupuestaria es una medida que se puso en marcha en 2022 para incorporar una hora más de clase diaria en las escuelas primarias, como indica el artículo N°28 de la Ley de Educación Nacional.
Una campaña de alfabetización sin libros parece destinada al fracaso. En 2024, por primera vez en 20 años, el gobierno nacional interrumpió la adqui
sición y asignación de ejemplares educativos a docentes y estudiantes de todo el país como apoyo para las actividades de enseñanza. Después de los reclamos, en el primer semestre de este año se avanzó con la compra de 8,6 millones de libros que comenzaron a enviarse a las provincias con el ciclo lectivo avanzado: la mitad de los 16 millones entregados en 2023.
En cambio, sí hubo dinero para los vouchers educativos. Un informe de septiembre del año pasado de la Jefatura de Gabinete indicó que se otorgó este beneficio a 833 mil estudiantes por un monto mensual promedio de 14 mil pesos. La cifra representa un tercio de los 2,4 millones de alumnos y alumnas de escuelas privadas.
“El voucher educativo puede ser entendido como la forma que encontró el gobierno nacional de postergar los efectos más negativos que el brutal ajuste económico está teniendo en un extendido segmento de las clases medias pero, al mismo tiempo, es la expresión de la eliminación extrema del Estado en la educación”, explica el escrito de IyT.
De acuerdo con el informe, no se trata de un gobierno que haya reducido el financiamiento –como hizo el ex presidente Mauricio Macri– sino que su estrategia parece avanzar hacia la eliminación de toda contribución financiera del Estado nacional a la educación: “Una clara expresión de la alianza entre el gobierno paleolibertario, sectores religiosos ultraconservadores y los promotores del denominado homeschooling”.
Nota Tiempo Argentino-Por Solana Camaño