Qué pasó con los pasaportes argentinos en el exterior
- Publicado el 10/09/2025
Alrededor de 5500 pasaportes emitidos por el Registro Nacional de las Personas (Renaper) presentan fallas que impiden su lectura en los puestos de control migratorio en países de América, Europa y Oceanía. El gobierno nacional atribuyó el incidente a una falla en la tinta utilizada para la impresión de los documentos. Los inconvenientes generaron un operativo de revisión y reemplazo de pasaportes en consulados y aeropuertos.
¿Qué ocurre con los pasaportes argentinos en el exterior?
Consulados argentinos en Brasil, Estados Unidos, Canadá, México, Australia y España solicitaron a ciudadanos la devolución de documentos de viaje emitidos recientemente, con el objetivo de someterlos a revisión o reemplazarlos por uno nuevo. El inconveniente central es que los pasaportes argentinos en el exterior presentan una falla que impide su correcta lectura en los scanners de los puestos de control migratorio.
LA NACION confirmó que el consulado de Montreal, Canadá, entregó pasaportes defectuosos recibidos desde el Renaper y notificó a los afectados por teléfono y correo electrónico. Por otro lado, en el consulado argentino de San Pablo también registró una entrega significativa de estas libretas con fallas.
Un correo electrónico enviado por la oficina diplomática en Montreal a un ciudadano argentino explica: “Debido a circunstancias fuera de nuestro control, los pasaportes debieron ser devueltos a la Argentina para su verificación. Los mismos serán chequeados por el Renaper. Si no se encuentran afectados, serán devueltos a nuestro consulado. De lo contrario, el Renaper informó que los volverá a imprimir”.
Casos similares ocurrieron en el consulado de Miami, que retuvo la entrega de varios pasaportes y los devolvió a la Argentina. “Fui a buscar mi pasaporte argentino en Miami y me dijeron que lo mandaron a la Argentina porque hubo una partida que salió defectuosa, me pidieron que vuelva la semana que viene”, indicó un argentino residente en la ciudad estadounidense a LA NACION. También hay reportes en México, Barcelona y Australia.
La causa de la falla en los pasaportes
El Gobierno informó a LA NACION que se trató de “un incidente” técnico. La falla reside en “una tinta negra de seguridad suministrada por una empresa alemana, que ha sido la proveedora exclusiva de las máquinas durante los últimos 12 años”. Según detallaron, el defecto es “invisible al ojo humano y solo detectable por equipos de lectura en puestos migratorios”.
Cantidad de pasaportes afectados y series involucradas
Desde el Renaper aseguran que las libretas inválidas son 5500. Sin embargo, estas se encuentran dentro de un rango de series mucho mayor, que abarca a más de 200.000 pasaportes emitidos.
Las series bajo sospecha son:
-AAL314778 hasta AAL346228
-AAL400000 hasta AAL607599
-AAL616000 al AAL620088
Respuesta oficial y medidas implementadas
El Renaper no emitió un comunicado oficial ni envió correos masivos a los ciudadanos para alertar sobre las series afectadas. No obstante, fuentes de la administración de Javier Milei aseguraron a este diario que el operativo de reimpresión está en marcha y que nadie tuvo problemas para viajar.
“Ya se revisaron más de 15.000 pasaportes sin fallas, entre junio y agosto viajaron más de 12.500 personas sin inconvenientes, y ya se repusieron más de 2.230 pasaportes”, indicaron fuentes oficiales a LA NACION.
En la Argentina, el organismo revisa documentos a contrarreloj en Aeroparque Jorge Newbery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, ambos con atención 24 horas, y en la sede de Buquebús, de 8 a 20, mientras que el Gobierno evalúa habilitar también la sede del Renaper de Paseo Colón esta semana, según revelaron fuentes oficiales a este diario.
El procedimiento actual es el siguiente: si Migraciones detecta una falla en los aeropuertos, deriva al ciudadano al Renaper, que reimprime el pasaporte en el acto. Para las personas en el exterior, Cancillería emite un pasaporte de emergencia o provisorio sin costo, para garantizar el viaje mientras se gestiona el nuevo documento.
Fuente La Nación