El ministerio de Salud centraliza la entrega de respiradores para controlar la demanda

  • Publicado el 03/04/2020

Mediante la resolución 695/2020, publicada ayer en el Boletín Oficial, se dispuso la prohibición de cualquier entrega de respiradores sin la autorización oficial previa que se basará “en el principio de equidad”, según aseguraron desde el Ministerio de Salud. La centralización de la entrega, se organiza para controlar la demanda de respiradores que pueda generarse por la pandemia, en el marco de la emergencia sanitaria. 

Esta nueva normativa implica que toda empresa que fabrique, comercialice o distribuya respiradores -ventiladores mecánicos invasivos- deberá tener la autorización del Ministerio antes de concretar cualquier operación. El objetivo es garantizar “una respuesta articulada que considere la situación epidemiológica en cada jurisdicción”, según indica la resolución. 

Cabe resaltar que un equipo de investigadores del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) fabricó un dispositivo de asistencia respiratoria que, según estiman, servirá para pacientes con coronavirus. Aunque no se trata de un dispositivo apto para pacientes que requieran intubación, su utilización para patologías más leves permitiría liberar los respiradores complejos para los pacientes en situación crítica.

El IAR aseguró que el dispositivo cumple con las exigencias técnicas del Ministerio de Salud y de Ciencia, aunque restan el testeo y la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) para que sea posible producirlo a mayor escala y distribuirlo en el sistema sanitario nacional. Según explicaron desde el Instituto, en el mercado mundial no hay stock de dispositivos similares, por la alta demanda que viene escalando desde el comienzo de la propagación global del coronavirus.

El respirador, creado por los expertos del Instituto y financiado por el Conicet, tiene un motor controlado electrónicamente que genera flujo de aire, y reguladores de la temperatura y calidad del oxígeno. A través de una microcomputadora, el personal sanitario puede monitorear las variables y parámetros del paciente y de darse alguna falla se dispara una alarma. Para los pacientes en situación de mediana gravedad, la colocación es mediante un casco inflable, mientras que para los de baja gravedad se aplica con una mascarilla que cubre la nariz y boca del paciente. 

Fuente: Página 12