Dogtores: crece en la Argentina el uso de perros de terapia para acompañar a los pacientes por sus múltiples beneficios
- Publicado el 16/08/2025
Con apenas un gesto o una muestra de afecto, los perros pueden hacer que nuestro día sea mejor. Esa capacidad natural de transmitir alegría, calma y contención es la que permite que estos Doctores, cuidadosamente elegidos y bien entrenados, puedan convertirse en un puente para acompañar a pacientes de todas las edades durante su internación. Pero no son sólo un momento de distención: esta interacción directa brinda beneficios en su salud física y emocional y permite alcanzar avances concretos en las estrategias terapéuticas que se están llevando a cabo.
En 2019 Swiss Medical dio un paso adelante para la implementación de la innovadora terapia asistida con animales en la Argentina (conocida a nivel mundial como pet therapy) con la incorporación de Kira, una perrita de raza Australian Labradoodle, mezcla de Labrador y Poodle, que se sumó al servicio de psicología en internación pediátrica tras ser entrenada desde cachorra. Luego de un parate obligado por la pandemia, el programa se retomó en 2021 con resultados auspiciosos que le permitieron crecer en forma sostenida.
La iniciativa, bautizada “Dogtores”, hoy cuenta con cinco perros de terapia que junto al equipo médico recorren los pasillos y habitaciones de sus clínicas y sanatorios de Swiss Medical visitando a los pacientes. A Kira se le sumó Lana (Australian Labradoodle) en el área pediátrica, mientras que Bagui (Schnauzer), Antonia y Carola (ambas Boyero de Berna) ingresaron al sector de adultos. En todos los casos se trata de ejemplares especialmente elegidos por sus características particulares dentro de razas que se distinguen por su sociabilidad y tranquilidad.
“Los Dogtores trabajan junto al equipo de salud. Antes de cada visita, se evalúa con infectología y los médicos si el paciente está apto para tener un encuentro con los Dogtores. Con esa autorización, los perros ingresan a las habitaciones, acompañados por profesionales. Los pacientes pueden acariciarlos, jugar o simplemente compartir un rato. Todo bajo protocolos muy cuidadosos de higiene y seguridad”, explica Carmen Pérsico, certificada en intervenciones asistidas con perros que trabaja con Swiss Medical.
Los beneficios de este tipo de intervenciones son múltiples, según la edad de los pacientes y el cuadro de salud que están afrontando. “En adultos, ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y el aislamiento. Además, mejora el estado de ánimo y favorece la movilidad en pacientes que están en cama. En pediatría, en cambio, los chicos se sienten más seguros y confiados, colaboran mejor con los tratamientos y hasta pierden el miedo a ciertos procedimientos al ‘ensayar’ con el perro durante la visita”, detalla la Lic. Carolina Micha (MN 27874), psicóloga especializada en internación de Swiss Medical.
En el caso de los pacientes pediátricos, la experiencia inicial con Kira mostró que su rol de facilitadora permitía cumplir con objetivos clínicos y terapéuticos que se habían pautado previamente. Así, por ejemplo, al visitar a un chico que debía recibir una inyección y no quería, la perra se sumaba a un juego en el que el chico hacía de doctor y simulaba aplicársela primero a ella. De este modo, con una interacción simple y natural, se distiende el clima sanatorial que muchas veces bloquea a los pacientes, se bajan miedos y ansiedades y se logra una mejor adhesión a los tratamientos.
El momento más esperado del día
Detrás de cada visita de uno de los perros de terapia, hay un minucioso trabajo médico para elegir el momento indicado en el que la presencia del animal resulte más beneficiosa. Los profesionales de la salud tienen un rol activo y están presentes en todo momento. Son parte esencial del servicio: seleccionan a los pacientes, acompañan el proceso y sostienen el encuadre terapéutico, ya que esta iniciativa se integra al cuidado integral de la persona atendida.
Lo sucede una vez que Kira, Lana, Antonia, Bagui y Carola ingresan a cada habitación es mágico. “¡Se transforma el ambiente! Pasan del silencio o la tensión a la sonrisa, la emoción y el vínculo. Muchos pacientes dicen cosas como: ‘Esto fue lo mejor de toda mi internación’. Incluso, algunos esperan la visita del Dogtor como un momento central del día”, relata Carmen Pérsico.
Si bien la experiencia inicial fue con chicos, la inclusión de los tres animales que trabajan con adultos demostró que no hay edad para que la llegada de uno de los perros de terapia marque un antes y un después. “Muchos adultos que venían sin ánimo o con dificultades para moverse, se animan a levantarse, caminar un poco o incluso sentarse en la cama con tal de compartir un rato con el Dogtor. Es como si algo dentro se activara”, suma Aldana Ruiz Robledo, jefa de kinesiología de Swiss Medical.
Cuándo se aplica la propuesta y cómo se prepara
Los cinco ejemplares que hoy caminan por los pasillos de los centros médicos de Swiss Medical fueron seleccionados especialmente por su carácter equilibrado, sociable y paciente. Luego recibieron un entrenamiento durante varios meses hasta lograr que estuviesen capacitados para moverse con calma en entornos hospitalarios, respondiendo a comandos específicos y respetando los tiempos de cada paciente.
Cada uno de ellos recibe numerosos chequeos sanitarios y sus intervenciones son dosificadas para que no sobreexigirlos. “Los Dogtores están súper cuidados: tienen controles veterinarios constantes, protocolos estrictos de vacunación, desparasitación y baño, y rutinas pensadas para su descanso. Sus jornadas son cortas, con turnos limitados y momentos de pausa. Siempre pensamos en el bienestar de nuestros Dogtores y nunca se los fuerza a participar”, explica Pérsico.
Aunque los encuentros fluyen de manera natural, nada es improvisado. Cada encuentro es planificado previamente y se ajusta a las necesidades de cada paciente en pos de reducir su estrés, darle contención emocional y mejorar la evolución de su tratamiento. Además, se trabaja previamente con él y con su familia para preparar el momento de recibir al Dogtor. En todo momento se cumplen con estrictos protocolos de higiene y seguridad, garantizando el bienestar de todos.
“En general se realiza durante internaciones prolongadas, antes de cirugías, en momentos de ansiedad o cuando detectamos que se necesita un acompañamiento más cercano y humano. No se trata solo de entretenimiento: tiene un efecto real sobre el estado emocional y físico del paciente”, concluye Carolina Micha.