Paro eran los de antes: la CGT y el fantasma del atril

  • Publicado el 22/03/2019

Por redacción 

Luego de la cifra que dio a conocer el Indec sobre la descocupación, que alcanzó un 9.1% en el último trimestre de 2018, el movimiento obrero espera una respuesta por parte de sus dirigentes. 

Sin embargo, lo que parecía una obviedad terminó siendo una utopía. La CGT decidió una movilización para el próximo 4 de abril pero sin paro ni cese de actividades: la movilización tampoco llegará a Plaza de Mayo. 

Los casi dos 2 millones de personas sin trabajo parece que pueden esperar: el atril de la CGT parece no tener espacio en este contexto absolutamente desfavorable para los asalariados.

Lejos quedaron aquellos paros generales contra el impuesto a las ganancias durante el gobierno anterior (que hoy pagan más trabajadores).  

Además, según se pudo confirmar, durante la movilización tampoco habrá oradores. El fantasma del atril y durísimo el cantico "poné la fecha…" sobrevuela a los máximos dirigentes pendientes de los propios acuerdos y alejados de la realidad obrera. 

El llamado a movilización de la CGT se da en un contexto donde la pobreza y la inflación parecen no tener techo, y como confirmó el FMI, "la situación va a empeorar en los próximos meses".