La historia detrás del cartel: Benja, el niño Juninense que sueña cantar con Abel Pintos

  • Por Matias Canzonetta -
  • Publicado el 08/03/2019

Sí las ilusiones tienen un verdadero peso en la vida es durante la niñez. Es el momento indicado para que los sueños crezcan con fuerzas y entusiasmo. 

Benja es un niño de 9 años que vive en Junín junto a sus padres Yésica y Damián. Nacido en el barrio Villa Belgrano, es el hermano mayor de Delfi, de 5 años, y de Azul, de casi 2.   Padece TDAH – Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactivo- y la música le funciona como una verdadera medicina, que lo tranquiliza, que lo conecta con lo que hace. 

Benja es fanático de Abel Pintos. Desde los 4 años que concurrió junto a sus padres a su primer recital no se despegó de su música, que se convirtió en verdaderas caricias en el alma para él y su familia.   

“Benja es un nene muy sensible, siempre está preocupado por los demás a pesar de ser tan chiquito, y desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir pone la música a fondo en casa y canta Abel Pintos. Lo hace frente al espejo o cuando vamos arriba del auto, la música lo calma mucho”, cuenta su mamá Yésica.   

La historia detrás del cartel...  

Abel Pintos hacía su presentación en los Carnavales de Lincoln 2019, la fecha pautada era para el domingo pasado. Ese día Benja se levantó más que ansioso, esperaba el recital como el plan perfecto de la semana, había practicado las canciones y tenía lista su pancarta que decía “QUIERO CANTAR CON VOS”.   

“El domingo nos levantamos muy temprano, Benja esperaba la presentación de Abel Pintos, la esperó toda la semana, y a la tardecita salimos con toda la familia para Lincoln, con la cartulina preparada y la música de Abel en el auto”, relata Yésica.   

 A Benja lo único que le importaba era su cartulina y llegar para ver a su ídolo para cumplir un sueño, pero la lluvia jugó una mala pasada y lo que comenzó con unas gotas terminó el diluvio.   

El sueño se postergaba y retornaron a Junín, aunque él tenía muy en claro que el día miércoles iban a volver.  “Yo le iba explicando a Benja que por la lluvia era imposible poder tocar, y volvimos a Junín escuchando Abel Pintos y le dijimos que el miércoles volvía a tocar , aunque sabíamos que teníamos que laburar y se iba a complicar”   

Llegó el miércoles...  

Benja le preguntó a su mamá: “¿Y mamá vamos a poder ir?” Era un día complicado con las actividades diarias que tenían Yésica y los horarios de trabajo de Damián.  

 -Vos andá, que yo como sea llego-, le dijo Damián a Yésica.  
 Así fue como Yésica, Benja y sus hermanas emprendieron viaje a Lincoln junto a unos vecinos del barrio. “Llegamos, no sé de dónde saqué fuerzas y me lo paré en mis hombros”, cuenta la mamá.  

El recital había comenzado y Benja estaba feliz

“Llegué después del primer tema, empecé a correr entre la multitud y ví a mi hijo parado en los hombros de alguien allá a lo lejos, tenía su cartel en la mano, fue un momento emocionante, empecé a correr y la gente me daba paso hasta que llegué a Benja”, relata Damián, después de llegar al recital tras salir de su trabajo. 

Benja estaba en “su mundo”, escuchaba las canciones de Abel Pintos pero nunca se despegó de su cartel. El “QUIERO CANTAR CON VOS” ya había sido observado por el cantante.  

“La gente empezó abrir camino y nos ayudaba para llegar a estar a metros de Abel, hay que destacar la actitud de toda esa gente que nos ayudó, la multitud se abrió para que Benja esté cerca de su ídolo”.   

 Damián llegó con su hijo a los hombros hasta ponerlo casi cara a cara con su ídolo.Delante del escenario estaba lleno de niños que pretendían subir al escenario.  

“Hay muchos nenes que también querían subir al escenario, sé que ustedes vieron recitales míos cantando junto a los chicos, pero no puedo subir a todos, tengo que respetar y ser igual con todos”, se excusó Abel señalando a Benja que estaba a menos de dos metros, y cuando el show parecía continuar Abel Pintos le tiró un beso al pequeño Benja de 9 años que agarró entre la multitud para no soltarlo más.    

La vuelta a la ciudad de Junín después del recital de Abel Pintos fue una historia de esfuerzos compartidos, de amores infinitos de lazos familiares y de ayuda del público que abrió camino para que el sueño de Benja esté cada vez más cerca.   

“Yo lo entendí a Abel lo que dijo, no me voy mal, me voy contento, porque él me hablo y yo entendí que era igual para todos. Me voy feliz”, dijo Benja volviendo desde Lincoln.  

¿Y si lo ayudamos en las redes sociales con un #BenjaCantaConAbelPintos?  
Con la ayuda de todos es posible que llegue a los oídos del ídolo, y el sueño se haga realidad.