Perpetua a tres policías porteños por el crimen con "odio racial" de Lucas González

  • Publicado el 12/07/2023

Tres efectivos de la Policía de la Ciudad fueron condenados este martes a prisión perpetua como coautores del homicidio agravado, entre otras cosas, por "odio racial", de Lucas González (17), y por las tentativas de asesinato de otros tres adolescentes, a quienes interceptaron y atacaron a tiros en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas cuando regresaban en un auto a sus casas tras haber salido de entrenar fútbol en el club local.

En el fallo, que también condenó a seis policías por torturas y encubrimiento, mientras absolvió a otros cinco, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 ordenaron dejar asentado que tanto Lucas, como sus amigos Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (19) y Niven Huanca (19) -y los padres de todos ellos- fueron víctimas de "violencia institucional".

Las penas fueron dictadas esta tarde por los jueces Ana Dieta de Herrero, Hugo Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero y recayeron en el inspector Gabriel Alejandro Isassi (42), el oficial mayor Juan José López (48) y el oficial Fabián Andrés Nieva (38) -todos miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad- quienes fueron declarados coautores de "homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad" en perjuicio de Lucas y de las “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado" de los adolescentes Salas, Zúñiga y Huanca.

También los hallaron culpables de las privaciones ilegítimas de la libertad de los cuatro chicos y, en el caso de Isassi, se sumó el delito de falsedad ideológica.

La parte resolutiva del fallo fue leída durante 20 minutos por el presidente del tribunal, Navarro, y cada una de las condenas a perpetua fue recibida por aplausos y gritos de “Justicia para Lucas” por parte de familiares y allegados al adolescente que se encontraban en el primer piso de la sala de audiencias.

En el mismo fallo, el TOC 25 condenó a otro policía, Sebastián Jorge Baidón, a 8 años de cárcel e inhabilitación perpetua por las "torturas" contra las cuatro jóvenes, mientras que otros cinco policías fueron penados con entre 3 y 6 años de encierro y otros tantos resultaron absueltos.

De acuerdo al fallo, el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), el comisario Juan Romero (51) el comisario Rodolfo Ozán (54) y el comisario Fabián Du Santos (52) fueron condenados a seis años de prisión -e inhabilitados por 10 años- por "encubrimiento al haber ayudado a Isassi al alterar las pruebas de un delito agravado por considerarse un delito especialmente grave y por ser el autor un funcionario público, todo ello realizado en ejercicio de sus funciones, en calidad de coautor, en concurso ideal por privación ilegítima de la libertad por abusos de sus funciones en calidad de coautor".

En tanto al principal Héctor Cuevas (51) lo condenaron a 4 años de prisión y diez de inhabilitación por los mismos hechos.

Finalmente, los magistrados absolvieron a otros cinco policías que llegaron detenidos a juicio: el comisario inspector Daniel Alberto Santana, el subcomisario Ramón Jesús Chocobar y los oficiales Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa, y dispuso sus inmediatas liberaciones desde la Unidad Penitenciaria 29, de Comodoro Py.

Las absoluciones fueron festejadas por los familiares de los policías que estuvieron presentes en la última audiencia del juicio, en un sector diferenciado a los allegados de Lucas y sus amigos. En uno de los puntos del resolutivo, los jueces ordenaron dejar asentado que tanto Lucas, como los tres chicos sobrevivientes y los padres de todos ellos fueron víctimas de violencia institucional.

Crimen de Lucas González

El 17 de noviembre de 2021 el joven de 17 años salía con sus amigos de un entrenamiento en el Club Barracas y se subieron todos juntos en un auto Volkswagen Suran para volver a sus casas en provincia de Buenos Aires.

A los pocos metros son interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4.

Sin tener identificación policial que pudiera confirmar que se trataban de efectivos de la fuerza de seguridad, comenzó una persecución a tiros.

Cuadras más adelante sucedió el fatal desenlace. Los policías asesinaron de dos balazos en la cabeza a Lucas, que murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela tras estar en coma.

La fatídica imágen de sus amigos no se borra más. No solo vieron la muerte del joven, sino que además fueron esposados y maltratados.

Durante la investigación y por lo anunciado por Héctor Cuevas en el juicio, efectivos colocaron un arma de juguete en el baúl del auto de los chicos para que pareciera que sí eran ladrones y no simplemente jóvenes saliendo de un entrenamiento. 

 

Fuente Télam-N.A