Persecución política: La cacería de Milei, Bullrich y Espert

  • Publicado el 05/07/2025

El atropello brutal de la jueza Sandra Arroyo Salgado contra los militantes acusados de realizar un escrache al diputado José Luis Espert es un síntoma de descomposición. Lula da Silva, presidente de Brasil, el principal vecino y socio comercial del país, visitó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner condenada por la Corte, pero no quiso mantener una bilateral con el presidente Javier Milei. Fue otro síntoma de descomposición. El alto ausentismo en las elecciones provinciales es un indicador que confirma que todo huele mal en el país de la Libertad al Carajo y por eso JP Morgan anunció que se bajaba de la bicicleta financiera.

En el ambiente de Comodoro Py, al que nadie podrá acusar de piel delicada, sorprendió la sobreactuación de Arroyo Salgado, empujada por Espert, el hombre que hizo sus campañas con el respaldo de un reconocido narco, luego detenido en Neuquén, y por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Los detenidos fueron acusados de participar en el escrache que consistió en colgar un pasacalle y dejar bosta de caballo en la puerta de la casa de Espert, pero ni siquiera está probada la participación de ninguno de ellos. La carátula que les encajó la jueza fue: participar en una organización que busca imponer sus ideas por la fuerza, como si fueran terroristas del califato mundial.

El escrache se produjo días después que Espert fuera expulsado de la Universidad Católica por calificar de hija de puta a Florencia Kirchner. La consigna de Espert en su campaña es “cárcel o bala”, al estilo de las viejas consignas del nacionalsocialismo alemán. Ese tipo de consignas surgen cuando el sistema empieza a derrapar. Mucha bala, mucha bala, pero Espert nunca explicó su relación con el narco Fred Machado, quien financió su campaña y puso a su disposición el avión particular y otros vehículos con los que se trasladaba el candidato y de los que tenía la cédula azul. Machado fue detenido por pedido de los Estados Unidos.

Lo de la cédula azul viene al caso, porque la madre de Alexia Abaigar fue detenida durante un día entero en la alcaldía de los tribunales de San Isidro por poseer la cédula azul del automóvil de su hija.

La jueza Arroyo Salgado fue pareja del fiscal Alberto Nisman, que había hecho carrera de la mano del jefe de los espías Antonio Stiuso. En el mundillo judicial sugieren que su nombramiento en un juzgado estratégico como el de San Isidro tuvo ese origen.

La consigna “cárcel o bala”, parece la exageración de una mala película sobre el nazismo. Borra la Justicia. Es la imagen de una banda de camorreros con cachiporras. Cárcel o bala puede ser para cualquiera que fuera señalado. El ejemplo es lo que hizo Arroyo Salgado a instancias de Espert y Bullrich. Como dice el escrito que presentaron Mariano Recalde y Vanesa Siley en el Consejo de la Magistratura, el escrache que supuestamente cometieron no pasa de ser una contravención municipal. No tendrían que estar detenidos y menos en una cárcel de alta seguridad ni tendría que haber allanamientos en la madrugada.

A estas cinco personas, acusadas de colgar un pasacalles y de poner bosta de caballo en la puerta de Espert, los encerraron en una cárcel de alta seguridad antes de interrogarlos ni de condenarlos, pero al gendarme cuyo disparo mandó a terapia intensiva al reportero gráfico Pablo Grillo ni siquiera lo llamaron a indagatoria. Y el cura abusador Justo José Ilarraz, expulsado de la Iglesia, fue puesto en libertad por la Corte.

La proscripción de la expresidenta Cristina Kirchner cuando había anunciado su candidatura en la provincia de Buenos Aires, adonde iba a competir con Espert, tiene esa misma opacidad. La proscripción fue de la mano de una condena que suscitará mucha polémica incluso a nivel internacional, por la inexistencia de pruebas. Le permitieron la detención domiciliaria, pero le impusieron condiciones que no tiene la mayoría de los genocidas con detención domiciliaria.

Cristina Kirchner tuvo que pedir autorización para recibir a Lula y cuando lo autorizaron, insistieron en que la expresidenta no debía provocar actos que molestaran a sus vecinos. Fue una advertencia, que en estos casos se traduce como amenaza.

Lula vino a Buenos Aires para recibir la presidencia pro tempore del Mercosur de manos de Javier Milei. La relación entre ambos fue una congeladora, más fría imposible. Brasil es el principal socio comercial de Argentina, pero Argentina no es el principal socio de Brasil. El producto bruto de Brasil es cinco veces mayor que el argentino. Pero no hubo bilateral. Milei prefiere darle la espalda al principal socio comercial.

Más allá de la relación personal, el rechazo de Milei a los BRICS, sentó un precedente nefasto. Brasil había asfaltado el camino, junto con Rusia y ante el resquemor de Sudáfrica, pero el rechazo argentino fue planteado por Washington y debilitó la posición del Sudamérica en el bloque. La política exterior de Milei confronta con los dos principales socios comerciales de Argentina, Brasil y China, para aliarse con Estados Unidos e Israel. Es una estrategia puramente ideológica y sectaria, un rasgo desencajado, que no tiene sentido.

Además de la proscripción de Cristina Kirchner, la situación preelectoral en la provincia de Buenos Aires tiene ribetes dramáticos por la paralización de la obra pública por Milei para alcanzar su lastimoso superávit. Los gobiernos kirchneristas dejaron el 80 por ciento de los gasoductos de Vaca Muerta terminados. Faltaba un compresor y la reconversión del gasoducto del Norte.

Milei abandonó esa obra que hubiera solucionado los problemas de abastecimiento. Desde que asumió, el precio del gas aumentó el 1500 por ciento ante una inflación del 240 por ciento. Sin embargo, en plena ola polar, la ciudad de Mar del Plata, gobernada por el PRO, se quedó sin calefacción, los comercios cerrados, sin escuelas ni restaurantes, parecía una ciudad fantasma. Y en la ciudad de Buenos Aires cien mil personas se quedaron sin electricidad. Los cortes coincidieron con el frío intenso y con aumentos del 6,45 por ciento en el gas y de 2,85 en la electricidad. Y para completar, liberó el precio de la garrafa.

El gas y la luz aumentaron muy por encima de los salarios y de la inflación pero, por el mal servicio, no están cuando más se los necesita. Los intendentes de Mar del Plata y CABA son afines al gobierno nacional. El intendente de la ex Perla del Atlántico, Guillermo Montenegro, correrá como uno de los candidatos de La Libertad Avanza en la provincia. Su tema de campaña es la guerra contra trapitos y gente en situación de calle que se ha multiplicado durante su gestión. Pero en vez de buscar soluciones difunde videos donde se los maltrata.

Las elecciones demostraron que el alto ausentismo les agrega un factor de imprevisibilidad. En los comicios provinciales, el 50 por ciento de ausentismo favoreció a los oficialismos. En el caso de Santa Fe, el radicalismo y sus aliados obtuvieron más votos, pero si se suman las listas del peronismo, tuvieron diez puntos más que ellos. La provincia de Buenos Aires ha sido muy golpeada por Milei, que bloqueó la ayuda a Bahía Blanca y La Plata cuando fueron conmovidas por inundaciones y temporales. Y ahora Mar del Plata resultó víctima del abandono de la obra pública.

Hay un riesgo de derrumbe inminente de las finanzas sin dólares y de la infraestructura sin crecimiento ni mantenimiento. Pero una sociedad fragmentada, que percibe de diferente manera las decisiones del gobierno, no advierte la verdadera dimensión de la crisis que la amenaza.

 

 

Nota Página 12-Por Luis Bruschtein